Nuestro barómetro detecta la mayor subida desde hace 5 años, y cuando el movimiento en los mercados es el contrario
No sólo son una trampa financiera para el consumidor, también uno de los productos más caros que, además, en un contexto de tipos a la baja, lejos de moderar su precio lo han elevado, como revela nuestro VIII Barómetro dedicado a las tarjetas revolving. La media del mercado arroja una TAE del 23,24%, superando ampliamente el tipo de interés “razonable”, en el entorno del 20%, que nuestros juzgados consideran libre de usura. Esta subida supone además que en 2024 baten todos los récords de la serie histórica analizada por ASUFIN, que empieza en 2019.
Desde ese año, y como consecuencia de las derrotas en tribunales, las tarjetas revolving fueron moderando su precio, hasta que en 2021 vivimos en primer repunte, de menos de un punto porcentual. Sin embargo, desde el año pasado a éste, las revolving se han encarecido un 2,17%.
Esta subida se explica, fundamentalmente, por el encarecimiento de las tarjetas más caras, como la Tarjeta Después Oro, de BBVA, que ostenta el primer puesto, con un coste de emisión y renovación de 80 euros anuales, y una TAE al 41,48%. Esto significa desembolsar 379,20 euros por financiar 1.000 euros a dos años. Si decidimos ingresar el dinero en cuenta o disponer de efectivo a crédito en lugar de comprar, disparamos el coste hasta un 48,99%.
La Tarjeta Después BBVA es la segunda más cara, con una comisión de 43 euros por emisión o renovación y una TAE para compras del 32,05%, que se eleva en el caso de disposición de efectivo o dinero en cuenta hasta el 38,03%. La tercera más cara es la WiZink Now, que sustituye en este estudio a la antigua WiZink Oro. Aunque esta tarjeta ofrece financiación de hasta 2.000 euros al 9,92% TAE, su tipo estándar es del 23,85% TAE, para nuestro ejemplo de 1.000 euros a 24 meses (240,34 euros de gasto). Este tipo se eleva hasta el 29,23% (280,34 euros) en caso disponer dinero en efectivo.
En el lado contrario, la más económica es Visa Proyecta de Abanca con un coste de 11,85% TAE para compras, y el mismo para disposición de efectivo.
Una de las consecuencias de esta subida de tipo de interés es que hace que los seguros de protección de pagos sean más onerosos. Estos seguros se cobran tras el pago de la cuota, la cual viene determinada en un primer momento por la liquidación de los intereses, por lo que si éstos suben, la amortización es más lenta y con ello el coste de los seguros.
Así, nos encontramos que el coste de proteger el pago de 1.000 euros a amortizar en 24 meses se eleva hasta 120,19 euros en el caso te la Tarjeta WiZink Now, con un tipo de interés con seguro que sube a 35,76%. Este coste hace que los 1.000 euros financiados cuesten 353,84 euros sumando seguros e intereses.
Le sigue la Visa Carrefour Pass, con un coste total del 35,43%, y 117,86 euros de coste del seguro (350,72 euros de coste total) y por último la Tarjeta Bankinter Platinum con un 31,98% de coste total y 90,72 euros de pago del seguro (318,32 euros en total sumando los intereses).
Por otro lado, si comparamos las tarjetas revolving con la media de tipos de todas las tarjetas de crédito, según datos de Banco de España, los precios se distancian. Si tomamos la última referencia, de septiembre de 2024, que fue de un 18,54%, la diferencia con relación a la tarjeta revolving es del 4,70% superior. Es cierto que todas las tarjetas han subido, un 0,30% si lo comparamos con el 18,24% de septiembre del año pasado, pero la subida de las revolving es siete veces mayor. Si el ejercicio comparador lo hacemos con la zona euro, cuyos tipos en septiembre fueron del 8,41%, la diferencia se dispara hasta el 14,83%. Si comparamos las revolving españolas con la media de la zona euro, cuyos tipos actuales son del 8,41%, la diferencia se dispara hasta el 14,83%.
El diferencial es aún mayor si lo comparamos con los préstamos al consumo, algo lógico si tenemos en cuenta que son muchos que tienen deudas en tarjeta por encima de 6.000 euros. En este caso, el coste superior con los préstamos de 1 a 5 años en España, cuyo tipo es del 7,52%, es del 15,72%. Si se hace con la media de la zona euro, que es ligeramente superior, un 7,75%, el diferencial escala al 15,49%.