El juez aprecia opacidad en la contratación del ‘plástico’, de modo que el cliente no podía conocer el alcance económico del crédito que contraía
Nuevo golpe de mano contra las perniciosas tarjetas revolving. La lucha contra estos ‘plásticos’ no sólo se gana por los intereses desproporcionados, tildados de usurarios por la ley, sino también por la falta de transparencia en su contratación, que también genera su nulidad pora abusividad. Es lo que ha sucedido con uno de nuestros últimos procedimientos contra Cetelem.
En concreto, el magistrado razona en su sentencia que «el contrato no ofreció, con la necesaria transparencia, una información adecuada para que quien lo suscribía pudiera representarse con sencillez y claridad la verdadera «carga económica y jurídica» a que se comprometía».
Añade el juez que «en particular» el cliente aceptaba «una modalidad de crédito de fácil obtención» por lo que debía conocer que el producto contratado, dadas sus características (ya expuestas) resulta de difícil restitución, por las sucesivas disposiciones».
La sentencia es muy ilustrativa de lo que supone un contrato de tarjeta revolving ya que explica que «el pago de las cuotas mínimas previstas, y una sucesiva recomposición del crédito, así como el incremento del periodo de tiempo en que había de reintegrarse, y, con ello, del importe final (…) viene a constituir un importante desequilibrio, contrario a las exigencias de la buena fe, en particular las que regulan el interés remuneratorio»
Por todo ello, el juez de Madrid declara la nulidad de la cláusula de intereses moratorios del contrato de tarjeta de crédito firmado por el consumidor demandante con la entidad demandada, en el año 2018, y, en consecuencia, «la nulidad del referido contrato, condenando a la parte demandada a devolver a la parte actora la cantidad que exceda del capital dispuesto, más intereses legales desde la fecha de interposición de la demanda.
Producto: Tarjetas revolving
Instancia: JPI 71 de Madrid
Dirección Letrada: Adrián Serrano
Fecha: 30/01/2024
Entidad: Cetelem
