»Algunos grandes bancos ya han abonado fuertes multas en el pasado en Estados Unidos para evitar procedimientos penales por ayudar a la evasión de impuestos, aunque se trata de acuerdos bilaterales, no de una norma estándar como la que plantea May. UBS pagó 780 millones de dólares en 2010, Credit Suisse abonó 2.800 millones en 2014 y el propio HSBC también tuvo que pactar en 2012 y el peaje fue de 1.900 millones
»Los papeles de Panamá revelaban algo que era ya sabido pero no confirmado: «Los mayores bancos del mundo trabajan mano a mano con los proveedores de sociedades ‘offshore’ que sirven para ayudar a multimillonarios, políticos y delincuentes a mantener oculto su patrimonio de Hacienda. Las entidades tienen al cliente, y en su nombre gestionan la creación de estas estructuras
Panamá hasta hace no mucho a la gente le sonaba a paraíso veraniego. Un conjunto de playas paradisíacas donde descansar. Pero resulta que hace no mucho salió a la luz que lo que más descansaba ahí era el dinero no declarado de muchos europeos. Panamá efectivamente era el paraíso, pero más bien era uno de tipo fiscal. A raíz del escándalo destapado por dos medios de comunicación españoles, El Confidencial y la Sexta, varios países Europeos han tenido que tomar medidas. A pesar de que el Reino Unido dentro de poco no se podrá meter en este grupo, hasta que se lleve acabo el Brexit, aprovecharemos para sentir cierto «orgullo» hacia un país que es de nuestra misma comunidad por tomar algunas de las medidas tan necesarias.
Tras la dimisión de David Cameron, quien ha tomado el relevo ha sido Theresa May. Conocida ya por su mano firme, esta llega en un momento donde es necesario mostrar su rechazo hacia todo lo relacionado con los «Papeles de Panamá». Tras la aparición de su antecesor (y su padre) en estos mismos, la recién estrenada Primera Ministra ha comenzado actuar con contundencia frente a la evasión de impuestos y el intento de esquivar al fisco. May ha sido muy clara: Se multarán a los bancos y abogados que ayuden a evadir impuestos.
El plan de la primera ministra responde a una promesa de hace tiempo de los conservadores británicos de poner fin a los paraísos fiscales. Lo propuesto consiste en sancionar a los asesores que ayuden a sus clientes a buscar fórmulas para evadir impuestos. Tras la publicación de los papeles de Panamá en abril, es el primer país que ha decidido aprovechar el escándalo para intentar crear leyes más duras así como sanciones para aquellos que permiten que la evasión suceda. Gracias a las multas, May puede lograr un sistema más saneado ya que, como afirma el Confidencial «El papel de los bancos y de los asesores fiscales es clave en la mecánica de ocultación de patrimonios a través de sociedades pantalla en paraísos fiscales». Muerto el perro, muerta la rabia.
Los papeles de Panamá revelaban algo que era ya sabido pero no confirmado: «Los mayores bancos del mundo trabajan mano a mano con los proveedores de sociedades ‘offshore’ que sirven para ayudar a multimillonarios, políticos y delincuentes a mantener oculto su patrimonio de Hacienda. Las entidades tienen al cliente, y en su nombre gestionan la creación de estas estructuras, de forma que los proveedores de las mismas, como Mossack Fonseca, muchas veces ni siquiera conocen al propietario real de las mismas».
El problema es que dicha actuación, falta de ética y total ilegalidad, hasta ahora no ha tenido consecuencia alguna. Nada ha revertido en ellos a pesar de estar defraudando millones. Los bancos más importantes están actuado con total impunidad. Gracias a la normaitva de May, esto en el Reino Unido podría llegar a su fin. Con lo que ella denomina la «cadena de suministros de la evasión fiscal», pretende combatir lo sucedido mediante la imposición de multas a los asesores fiscales y financieros y contables que promuevan esquemas para evitar el pago de impuestos. Estas sanciones podrán alcanzar la cantidad que sus clientes han evadido gracias a sus servicios. Dichas multas funcionarían por tanto bajo un sistema muy sencillo: Si tu evades X , tendrás que devolver exactamente esa misma cantidad pagando multas para que el dinero siga estando en las arcas del Estado.
Reino Unido tenía más necesidad que ninguno de empezar a tomar medidas. Considerado como uno de los protagonistas principales del mundo «offshore», y con uno de sus Primeros Ministros más respetado entre los papeles de Panamá, cuenta con distintos territorios considerados paraísos fiscales. Estos mismos están tanto bajo su soberanía (Jersey, Guernsey, Mann, Gibraltar) como son también antiguas colonias con las que mantiene fuertes lazos (Bermudas, Caimán, Antigua, Islas Vírgenes…). Estos dos motivos han sido troncales para que May no pueda dejar pasar más tiempo sin una normativa que deje claro que el Reino Unido irá en contra de dicho comportamiento. Desde abril que salieron los papeles de Panamá, el país de la libra esterlina no tenía otra opción que empezar a reaccionar.
Como recoge El Confidencial: «Este mismo mes, el banco británico HSBC, el mayor de Europa y el que más sociedades pantalla ha creado a través del despacho Mossack Fonseca, ha reconocido que ha recibido solicitudes de información de autoridades de varios países sobre este asunto que pueden tener un «impacto significativo» en sus cuentas. Esto se debe a que los papeles de Panamá proporcionan la prueba de la titularidad real de los bienes ocultos, que es de la que suelen carecer las autoridades y que les impide actuar penalmente contra los defraudadores».
Algunos grandes bancos ya han abonado fuertes multas en el pasado en Estados Unidos para evitar procedimientos penales por ayudar a la evasión de impuestos, aunque se trata de acuerdos bilaterales, no de una norma estándar como la que plantea May. UBS pagó 780 millones de dólares en 2010, Credit Suisse abonó 2.800 millones en 2014 y el propio HSBC también tuvo que pactar en 2012 y el peaje fue de 1.900 millones.