Las entidades se resisten a bajar los precios de los préstamos, aunque se estén enfriando los tipos, y los comercializan por encima del 10%
El mercado del préstamo sigue caro, aunque los tipos de interés hayan emprendido desde principios de año la senda de la moderación. El corto plazo (préstamos de 1 a 5 años) baja apenas un 1,61%, con respecto a junio de 2023, para anotar una media del 11,56% TAE, y el largo plazo (préstamos a más de 5 años), sólo se abarata en un 0,5%, al pasar del 11,46% al 10,96%. A excepción del año pasado, siguen siendo los precios más altos de la serie histórica de barómetros de ASUFIN, que arranca en junio de 2020, cuando los préstamos estaban en el 7,45% y 7,85%.
El VI Barómetro ASUFIN de préstamos también da precios de los préstamos preconcedidos de bancos y Entidades Financieras de Créditos (EFC), que son los productos ‘reclamo’, ofrecidos de forma personalizada a los clientes de forma instantánea. En este segmento, los precios medios escalan al 14,52% TAE, pese a haber experimentado también un descenso respecto a 2023, cuando se comercializaban al 15,32%.
Además, el barómetro confirma el hecho recurrente de que los préstamos en España son más caros que la media de su entorno UE: el precio de los préstamos a corto plazo españoles, del 11,56%, se sitúa en el 6,03%, si vemos la media de la zona euro; el de largo plazo, en el 10,96, desciende al 7,82%, en la zona euro.
La encuesta realizada a consumidores refleja la primera bajada en intención de contratar un préstamo, de toda la serie histórica de barómetros, desde 2020. Entonces, junio de 2020, en pleno contexto de excepcionalidad por el confinamiento debido a la Covid-19, apenas un 14,20% declaraba su intención de endeudarse, una cifra que no ha dejado de incrementarse en años sucesivos, hasta junio del año pasado, que escaló al 32,30%. Este año, sin embargo, se enfría y anota el primer descenso, al 30,24%.
En cuanto a motivos por los que los españoles se decantan a la hora de pedir un préstamo, el de la necesidad por obtener liquidez sigue siendo el principal, en el 24,5% de los casos. Sin embargo, este epígrafe baja, con relación al año pasado (27%), siendo el de la contratación de viajes y vacaciones el que más se anima de todos, pasando del 9,9% de 2023, al 12,2%, en estos momentos.
En lo que respecta al crédito que se pide para financiar un vehículo, vemos caídas desde junio de 2021, cuando la intención de los consumidores anotaba un 17,90%. Desde entonces, ha ido descendiendo hasta llegar al 14,90%, en estos momentos. Los altos precios de este mercado impactan en negativo, en un contexto de ayudas que se está demostrando insuficiente. El plan MOVES III, vigente hasta el 31 de diciembre de 2024, permite optar a una deducción fiscal de apenas el 15%, y sólo para vehículo eléctrico de uso particular, con un importe máximo de valor del vehículo de 20.000 euros.