Desde ASUFIN te explicamos qué factores influyen en las finanzas sostenibles y qué productos financieros sostenibles «verdes» existen
La sostenibilidad y la lucha por el planeta lleva jugando un papel muy importante en la sociedad desde hacer varios años y en materia de economía y financiación no es menos. De hecho, se ha creado un nuevo término conocido como finanzas sostenibles, que podemos definir como aquellas decisiones de inversión tomadas valorando el medio ambiente y el cuidado de la sociedad, factores también conocidos como ASG.
- La letra A hace referencia a todas las acciones que tienen un impacto ambiental, como el fomento de energías renovables.
- La letra S se refiere a aquellas prácticas que afectan al conjunto de la sociedad como los derechos de los ciudadanos.
- La letra G corresponde a las medidas de gobierno tomadas para mejorar la vida cotidiana.
Por ello, apostar por finanzas sostenibles y por productos financieros sostenibles que cumplan los criterios ASG es un paso adelante en la lucha a favor de la sostenibilidad. Pero ¿qué tipos de financiación sostenible existen?
Préstamos verdes
Son aquellos créditos que las entidades bancarias te conceden para financiar proyectos sostenibles como la compra de coches eléctricos o rehabilitar tu vivienda de forma sostenible. Aunque, según nuestro último estudio tan solo tres entidades ofrecen hipotecas verdes y productos hipotecarios que ‘premian’ la sostenibilidad, desde ASUFIN creemos que tienen que seguir potenciado para hacerlas más atractivas a los consumidores.
Fondos de inversión sostenible
Son aquellos fondos que apuesta por invertir en compañías que cumplan con los criterios ASG para garantizar el bienestar de las personas y del planeta a largo plazo. Es decir, eligen la innovación, mejorar la eficiencia energética y las condiciones sociales.
Bonos verdes
Los bonos verdes son los títulos de deuda emitidos por las organizaciones públicas o privadas que se destinan a la financiación de proyectos «verdes», es decir, a la inversión sostenible y responsable. Sus principales usos son financiar instalaciones renovables, la eficiencia energética, el transporte limpio y la gestión de residuos.
