Los códigos QR, desde la pandemia, se han convertido en el método favorito de la mayoría de los consumidores para realizar transacciones sin contacto. Son usados por diversos negocios como los dedicados a la restauración, así como para consultar direcciones, conseguir una clave wifi o acceder a una página web.
¿Cómo funcionan?
Estos códigos de respuesta rápida, popularmente conocidos como códigos QR, tienen como objetivo facilitarnos la información de un servicio de una manera más ágil y sencilla, mediante un solo escaneo. Solo hay que abrir la aplicación concreta en nuestro teléfono móvil o la cámara, y capturar el código ofrecido.
De este modo, mediante esta nueva herramienta, los ciberdelincuentes han sabido sacar rentabilidad para cometer delitos mediante la usurpación de datos financieros y personales de las personas que accedan a estos ellos. Los estafadores, logran cambiar el código verídico por uno fraudulento y así sustraen la información de una forma rápida y sigilosa con solo un escaneo del usuario, técnica es conocida como Qrishing.
El modo de actuar de los ciberdelincuentes es bastante común, inyectan un código malicioso o descargan una aplicación en el dispositivo y así sustraen los datos personales necesarios para suplantar la identidad.
¿Cómo evitarlas?
Este tipo de estafas cada vez son más cotidianas y le han ocurrido a muchos usuarios, que incluso no han sido conscientes de ello hasta transcurridos unos meses.
Para no caer en este tipo de engaños cibernéticos, a la hora de escanear un código QR, debes verificar la fuente, para comprobar que es confiable y segura. Y, no escanear códigos de mensajes no solicitados, inspeccionado así estos símbolos detenidamente para evitar ser estafado.
También, debes mantenerte alerta si te piden datos bancarios u otra información que no es necesaria para el tipo de servicio al que estás accediendo. Así como comprobar si el código QR es el correcto y no una pegatina añadida, una de las técnicas más recurrentes hoy en día.
Asimismo, a la hora de realizar un pago, es mejor utilizar aplicaciones más seguras y reconocidas, en vez acceder mediante el código, ya que protegen en mayor medida tus transacciones. Por último, es fundamental configurar el teléfono para que no actúe sin tu permiso, y mantener tu dispositivo al día de las últimas versiones de software y seguridad.
Estas actualizaciones son fundamentales ya que cada vez existe más protección ante este tipo de delitos, donde se incorporan diferentes funcionalidades para proteger nuestros smartphone contra los ataques cibernéticos.
Si caes en un fraude de esta tipología, puedes denunciar tu caso al teléfono de ayuda a la ciberseguridad, el 017, y, restablecer tu teléfono de fábrica tan pronto como sea posible.
Desde ASUFIN te recomendamos revisar bien cada transacción para no caer en estas ciberestafas.