Es habitual que los delincuentes jueguen con las emociones y, sobre todo, el miedo de los usuarios para hacer que caigan en su trampa. Hacen que tengamos una sensación de alarma para que bajemos las defensas y actuemos rápidamente, sin pensar demasiado nuestras acciones. Lo hemos visto con estafas como la del «hijo en apuros» y ahora con una falsa denuncia de la Agencia Tributaria.
Muchos usuarios están recibiendo correos electrónicos en los que se avisa de una supuesta denuncia por parte de la Agencia Tributaria. En ellos, los ladrones adjuntan un pdf protegido por contraseña y te piden que, para verlo, introduzcas tanto tu correo como tu contraseña. De esta forma, roban la contraseña de tu correo electrónico y pueden dejarte sin acceso a tu cuenta e incluso acceder a datos privados, cuentas bancarias..
La propia Agencia Tributaria advierte en su web de esta estafa y comparte un ejemplo del e-mail que están enviando haciéndose pasar por ellos:
La Agencia Tributaria ha remitido una denuncia dirigida a (tu correo electrónico) que usted recibe como Titular. Denuncia de Facturas y tickets no declarados
La emisión de facturas falsas, que no se corresponden con una entrega de bienes o prestación de servicios, es uno de los medios habituales para solicitar devoluciones de IVA de forma fraudulenta. Se adjunta la denuncia. El archivo adjunto está protegido por contraseña. Sólo usted puede abrirlo utilizando su cuenta de correo electrónico y contraseña.
De acuerdo con el artículo 62.5 de la Ley 39/215, de 1 de octubre, del procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, la presentación de una denuncia no confiere la condición de interesado en el procedimiento que se inicie.
Desde ASUFIN queremos recordarte la importancia de que no facilites tus datos personales y menos contraseñas por correo electrónico o a través de cualquier enlace. La Agencia Tributaria nunca te va a pedir tus datos para consultar un PDF protegido con contraseña y, además, es fácil identificar que se trata de una estafa si nos fijamos en el remitente del e-mail o el nombre del archivo PDF, pues un organismo nunca enviará ningún archivo adjunto con nombres con caracteres extraños.