Habría que poner en marcha el reloj en obras como en Nochevieja.
El Brexit será un realidad en menos de tres semanas, y la propuesta de los diputados ‘brexiters’ de celebrarlo con unas solemnes campanadas del Big Ben a las 23 horas del 31 de enero ha pasado de ser una mera broma a estar en la agenda del Gobierno. Solo hay un problema: la famosa Torre Elizabeth y su icónico reloj llevan en obras de restauración desde 2017, y ponerlo en marcha a toda velocidad costará unas 500.000 libras. Pero el primer ministro, Boris Johnson, ha encontrado la solución: abrir un ‘crowdfunding’ para que los ciudadanos que quieran puedan financiar el proceso.
En una entrevista con el programa matutino de la BBC, Johnson explicó que «hay que reponer el badajo, y eso cuesta bastante». Para ello, están preparando un proyecto que el político, famoso por sus juegos de palabras, tituló «Bung a bob for a Big Ben Bong», algo así como «Suelta un durillo por una campanada del Big Ben» pero con mucha más aliteración, un recurso muy popular entre los periodistas del país, como era Johnson.Así son los cinco retos a los que se enfrenta el Reino Unido en 2020
El presidente del Parlamento, Linsday Hoyle, explicó en un comunicado los cálculos, fáciles de hacer ya que el proceso de preparación del reloj sería similar al utilizado en las campanadas de Año Nuevo. No solo es reajustar el badajo, que ha sido retirado por obras, y comprobar que funcione, sino que habría construir una planta temporal en la altura del reloj, que ahora mismo no tiene suelo por las obras de reforma. El coste de ese proceso rondaría las 120.000 libras.
Si se hubiera tomado la decisión antes de retirar toda la estructura hecha en Nochevieja, ahora el coste sería más manejable. Aun así, el proceso retrasaría en un mes las obras de reforma, y el coste de ese retraso rondaría las 100.000 libras por semana, lo que sumaría un total de 400.000. «Estamos hablando de 50.000 libras por campanada. Hay que ser razonables», dijo Hoyle.
Aun así, el precio no es tan descabellado, teniendo en cuenta que 17 millones de personas votaron por el Brexit en el referéndum de 2016 y que 14,6 millones de personas votaron a partidos favorables a la salida de la UE en las elecciones del mes pasado. Si cada uno de los votantes de los ‘tories’ y del Partido del Brexit aportaran tres peniques -menos de cuatro céntimos de euro-, sería suficiente para cubrir el coste. Otra pregunta es si hay cosas mejores a las que dedicar ese dinero, pero el simbolismo hace mucho tiempo que domina la política británica.