En los últimos años, los videojuegos se han instalado como uno de los principales medios de entretenimiento para niños y jóvenes. La industria del videojuego ha crecido y se ha transformado, apareciendo nuevas formas de negocio. Algunas de ellas requieren de una especial atención, especialmente cuando los que juegan son los más pequeños.
Estafas, cargos ocultos, virus… los videojuegos no están libres de estos peligros, cada vez más extendidos en el mundo digital. Por ello, desde ASUFIN hemos decidido reunir algunos aspectos a tener en cuenta, centrados especialmente en los menores, para que así su experiencia, y la tuya, pueda ser más saludable.
Patrones oscuros
En la actualidad hay juegos (incluso entre los más populares), que incluyen experiencias negativas para el jugador de forma deliberada para sacar provecho económico de los jugadores o que jueguen más tiempo. Esto se conoce como patrones oscuros.
Algunos de ellos, pueden tener importantes consecuencias económicas. Por ejemplo, algunos juegos están diseñados con el propósito de que realices, de forma accidental, compras dentro del juego. Esto, especialmente en menores, puede suponer que se gaste dinero incluso inconscientemente.
Cajas botín
Las cajas botín son una forma de comprar contenido del juego a través de un premio aleatorio que podemos conseguir con dinero real o virtual. Debido a su relación con la ludopatía y conductas de consumo compulsivas, se han prohibido en algunos países como Bélgica o Países Bajos. En España, es un tema que está siendo objeto de debate y ya existe un Anteproyecto de Ley para su regulación.
Fraudes con monedas virtuales
Muchos videojuegos han incluido la posibilidad de adquirir, con dinero real, una moneda virtual que sirve para efectuar compras dentro del juego. De esta forma, una vez ya has pagado por él, sigues haciéndolo con el objetivo de ampliar el contenido o conseguir ventajas frente a los otros jugadores.
Ante esta nueva demanda, existen estafadores que ofrecen esta moneda virtual a través de páginas web o redes sociales. Así, esperan engañarte para que les pagues o les ofrezcas tus datos bancarios por un contenido que no existe o no es válido. Si vas a comprar cualquier contenido para un videojuego, sea o no para tus hijos, conviene que lo hagas en páginas oficiales.
Compras de un solo toque
Hay videoconsolas y dispositivos que permiten vincular la tarjeta de crédito y así realizar compras directamente, de manera rápida y con un solo toque. Esto es especialmente peligroso si son los más pequeños los que utilizan el dispositivo para jugar. Una buena forma de evitar estas prácticas es instalando un control parental que permita, entre otras cosas, ejercer un control de las compras que se hagan. Otra, es eliminar la tarjeta de crédito una vez hemos comprado cualquier producto para así evitar que se compre de forma irreflexiva.