En abril de 2013, el juez Radovan Dobronic condenó a los bancos croatas por la colocación de hipotecas en francos suizos
La sentencia, ya comentada en este blog, es esencial para entender el comportamiento desleal de los bancos hacia sus clientes
» Artículo dentro de la serie «Hipotecas multidivisa en Europa» [FXLOANS]
En abril de 2013 se dictó una sentencia que supondría un antes y un después en la lucha cintra las hipotecas en francos en Croacia. A continuación podrán leer un resumen del sumario emitido por el juez Radovan Dobronic en Abril del 2013. Se han seleccionado las páginas 137 a la 140 por ser las esenciales para entender los motivos que llevaron al juez a condenar a los bancos croatas por su colocación de hipotecas en francos suizos.
Este texto es fundamental para entender el erróneo comportamiento de los bancos frente a sus clientes. Se intenta explicar que efectivamente la situación dada con el franco fue una posibilidad remota, pero que en toda instancia era una situación viable de haber sucedido y los bancos lo supieron. Estos argumentos quedan respaldados por un estudio del IMF que quedó elaborado 5 años antes incluso que la incorporación del euro, y que mostraba las diferentes posibilidades que acontecerían con la entrada de dicha moneda. Los damnificados jamás fueron conocedores de estos estudios, y simplemente fueron aconsejados y prácticamente tutelados por los bancos, que ignoraban a conciencia la situación y su desarrollo.
Juzgado: Primera Instancia de la Corte Comercial de Croacia
Juez: Radovan Dobronic
Páginas: 137 – 140
Asunto: Estudio IMF
Fecha: 07/04/2013
Caso: No. P-1401/2012
Texto: En inglés y en croata (VÍD. DOC.).
(…)Suiza y su moneda nacional, el franco, tienen sus propias peculiaridades. Este país solía recurrir a fuertes políticas de aislamiento a lo largo de la historia, y por tanto lleva mucho años sin ser miembro del IMF (International Monetary Funds), así como tampoco nunca participó tampoco en el SDR (Special Draining Rights). El 1 de enero de 1981 entró en vigor una nueva enmienda que retiró las monedas más pequeñas, así como los países más pequeños, de la «Cesta de monedas» que formaban parte de la SDR. Los miembros activos de esta organización quedaron reducidos a: US Dollar (41,9%), Euro (37,4%), Yen Japonés (9,4%) y la Libra Inglesa (11,3%).
El Franco suizo no quedó retirado ya que nunca ha formado parte de esta «cesta de monedas» ni era considerado una moneda con suficiente peso para poder llegar a serlo (y más tras la incorporación de políticas de exclusión). No consideraba que iba a llegar a ser una «moneda mundial» y más teniendo en cuenta las monedas emergentes como la India y la China.
A pesar de que fuese una moneda que pudiera carecer de fuerza, el franco era de las más afianzadas. El mencionado aislamiento produjo que el país también estuviese al margen de las crisis y por tanto se podía considerar un país, con su consiguiente moneda estable. Cuando estalló la crisis global, nadie tuve en cuenta al franco suizo, si no era para mera especulación. El aprieto económico que azotó a prácticamente todo le mundo, no logró hacer casi nada de mella en Suiza, cuyo sistema legal, político, monetario y económico se mantuvo igual.
Esta contextualización de Suiza frente a sus políticas internacionales, visualización de la economía global con la consiguiente colocación de su moneda en este panorama, es necesaria para poder entender que sucedería años más tarde a la hora de incorporar productos derivados por parte de los bancos. En el 2002 entró en circulación el euro, que no fue tan estable como se predecía y menos teniendo en cuenta que entró en unos años donde las constantes fluctuaciones en la economía estaban a la orden del día. Desde el principio se creó prácticamente una correlación entre el euro y el franco: Si uno subía, el otro bajaba, y proporcionalmente a la inversa.
Hasta el 2004/2005 el tipo de cambio que había con el franco suizo era predecible. Esta característica también quedaba fortalecida porque el euro desde el principio mostró inestabilidad y su cambio estaba demasiado elevado, teniendo de nuevo una relación inversa. Pero como ha pasado muchas otras veces en la historia de la economía, todo lo planteado aquí era también ciertamente especulaciones y predicciones. Debido a varios casos de excepcionalidad contiguos, el franco pasó a tener mucha fuerza , mientras que las monedas que formaban el SDR iban perdiéndola, exceptuando la libra inglesa. El dollar, euro y sobretodo el Yen, debido a los constantes desastres naturales que acechaban a Japón, habían quedado debilitados y no sobrevivieron a los constantes e inesperados batacazos.
Con estas subidas y bajadas, se presenta un nuevo escenario ante nosotros: Hay un incremento de la presión, principalmente por especulación de capital, y por tanto de la demanda del franco. El problema es que este mencionado escenario esta construido sobre unas circunstancias excepcionales, también considerado como un cúmulo de casualidades, y por tanto no traería consecuencias positivas.
El problema para los bancos surge cuando en los Juzgados se les va quitando la razón, que inicialmente ciertamente se les había dado. Sí es cierto que la fuerza que adquirió el franco fue impredecible, o al menos la magnitud de ella, pero no es cierto que la esencia del desequilibrio en la monedas fuese algo que podía clasificarse como desconocido. Los bancos, debían tener la capacidad suficiente como para saber que las fluctuaciones podían ser positivas y negativas, así como las consecuencias que estas traerían. El cúmulo de casualidades creó un panorama desconocido cuyas advertencias fueron inapreciables, pero que al final podía haber sido desde siempre una posibilidad tangible tal y como funcionan los mercados.
Los movimientos que pueden suceder en la economía intentan ser siempre predecidos a través de estudios. Muchas de estas predicciones jamás llegan a cumplirse mientras que otras sí, lo relevante a juzgar e interpretar es que es necesario haber sabido entrar a valorar todos los contextos que, aunque remota la posibilidad, puedan llegar a darse. En Marzo de 1997, la IMF realizó un estudio de lo que supondría la incorporación del euro y los efectos que este tendría en las unidades monetarias como el franco. A pesar de que el estudio quedó realizado 5 años de la introducción del euro y por tanto no puede tener la misma veracidad ni coherencia, se pudo recoger panoramas complejos para esta moneda o favorables para otras.
Este análisis elaboraba una serie de escenarios, donde generalmente la actitud adoptada era que sería el franco suizo quien afrontaría problemas con la incorporación del euro. En todo caso dicho estudio quedó totalmente a saber los efectos de la unidad monetaria, quedando recogido en su tercera fase de introducción al euro que todos lazos tan fuertes de Suiza con Europa harían que este país notase el que más la incorporación del euro. El estudio también reflejaba la conciencia de que el euro produciría desconfianza en los inversores, que podían acudir a otras monedas como el Franco así como que quisieran un «almacenamiento» de sus depósitos fuera de la zona euro.
A pesar de todo esto, el estudio del IMS ha sido, es y será un gran desconocido ya que los bancos jamás informaron a sus clientes de su existencia. Aunque estas identidades ahora intenten justificar que este análisis se creó de hecho para ayudar a Suiza, el caso es que existía un estudio capaz de entrever que el franco suizo no era una moneda equiparable al euro, y por tanto los productos como las hipotecas multidivisas desde un inicio constituyeron un idea totalmente incongruente y poco segura.
El Banco Zaba (UniCredit Group), uno de los 8 bancos croatas que se dedicaron en colocar productos como las hipotecas multidivisas permitiendo pagar estas en francos afirma que «la crisis comenzó con «Lehman Brothers» y por tanto todo el panorama caía en ser impredecible». Estos 8 bancos mencionados se aferraron a argumentos como el aquí mencionado, la imprevisibilidad así como excepcionalidad de la situación, cuando fueron llevados más adelante a juicio.
Aunque ciertamente es verdad aquello con lo que los bancos se intentan defender, pesa mas hechos como que teniendo herramientas para poder predecir ciertas situaciones, en ninguna instancia fuesen informados los clientes. Los bancos jamás correspondieron a «su obligación de revelación» (duty of disclosure). Estas entidades debían haber moderado la situación financiera, y en toda instancia si esta peligraba, informar a los clientes.
Nuevamente los clientes afirman que los bancos ni siquiera avisaron así como tampoco informaron de «la fluctuación del cambio de las monedas» (floating currencies). No dejaron constancia del cambio en los valores de cada moneda, ni mencionaron la existencia de estudios como el del IMF(…). En conclusión, los bancos no facilitaron ni ayudaron a los clientes a entender la predecible presión que ejercería el euro sobre el franco, y las consecuencias que habría sobre este mismo, para ellos poder asimilar el error que suponía la adquisición del productos derivados como las hipotecas multidivisas.
[cbtabs][cbtab title=»FX LOANS»]Hipoteca Multidivisa en Europa» es una serie de artículos escritos por nuestros colaboradores o de noticias de prensa para explicar la comercialización de este tipo de hipotecas y la situación actual en otros países europeos. ASUFIN es miembro activo del Comité para la Defensa de los Consumidores Europeos (www.fxloans.org) y coordina otras asociaciones de consumidores europeas.
– Croatia: Banks Slapped For Bad Behaviour To Fork Out Billions For Overcharging
– Banks responsible for bad loans in Swiss francs
– Zagreb Court Rules Against Banks in Swiss-Franc Loan Case
– Banks responsible for bad loans in Swiss francs | Independent Balkan News Agency.html