Una hipoteca es quizás una de las decisiones financieras más importantes que toma el consumidor a lo largo de su vida.
La compra de una vivienda, generalmente financiada a través de una hipoteca, es quizás una de las decisiones financieras más importantes que toma el consumidor a lo largo de su vida. Supone un gran esfuerzo económico, los plazos se dilatan en el tiempo y, en función de la negociación obtenida a la hora determinar el precio, la cuota (“letra” mensual) se mantendrá más o menos estable en el tiempo. Aquí te explicamos todo lo que tienes que tener en cuenta antes de dar este importante paso.
Disponer de ahorros, al menos un 20% de la compra
En estos momentos, los bancos no están financiando, en la mayoría de los casos, más allá del 80% del valor del inmueble, debido al riesgo que asumen en un momento de coyuntura económica desfavorable. Por tanto, exigen al cliente que disponga de ese mínimo de ahorro. Por ejemplo, si la vivienda cuesta 200.000 euros, el cliente tiene que aportar 40.000 euros.
Ojo con los productos «combinados»
Hay que tener en cuenta que la Ley de crédito inmobiliario, de 2019, prohibió expresamente la concesión de una hipoteca “vinculada” a la contratación de otros productos: “Sólo te concedo la hipoteca si contratas este seguro del hogar, que es el mío”. Sin embargo, sí es legal y, de hecho, práctica habitual, que se “bonifique” la hipoteca con la contratación de otros productos: “Si suscribes mi seguro de hogar, te rebajo en un 0,25% el diferencial de la hipoteca”.
Pues bien, hay que hacer números para determinar si esa rebaja de diferencial compensa el coste que va a suponer ese seguro, habida cuenta que puedes contratar otro que resulte más económico.
Comparar precios, ¿cómo lo hago?
Primero hay que decidir si quiero una hipoteca fija o una hipoteca variable (ver siguiente punto) y luego fijarse en el tipo de interés, que es la forma en que se determina el precio. Es decir, por la primera pagarás un tipo de interés fijo, por ejemplo el 1,5% o 2% (del capital que has pedido y debes); por la segunda pagarás el equivalente al Euribor + un diferencial, por ejemplo del 1% (nuevamente, del capital).
Debes | 100.000 euros |
Tipo de interés | 1% anual |
Intereses anuales | 1.000 euros |
Intereses mensuales | 83 euros |
¿Qué elijo, hipoteca fija o hipoteca variable?
En función de las necesidades de cada uno, será mejor optar por una modalidad u otra. En estos momentos, la oferta que proporciona el mercado es equivalente, porque el Euribor está en tasas históricamente bajas. Si la inversión es a largo plazo, como el caso de una primera vivienda, que va a ser habitual, una hipoteca a tipo fijo con la que aseguramos un tipo de interés reducido y constante, resulta interesante. Si por el contrario, estamos comprando para invertir, es decir una vivienda que venderemos en el corto o medio plazo, es recomendable el tipo variable, dado que el Euribor asegura un precio competitivo sin visos de subida a corto plazo.
Con todo, hay que pensar que, con un Euribor en niveles tan bajos como los actuales, siembre resultará más económica una hipoteca en tipo de interés variable.
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