Sin incentivos se reducen los conflictos de intereses de los asesores, se fomenta la distribución de productos de inversión más rentables para los consumidores y aumenta la competencia
Estamos en total desacuerdo con que los asesores financieros reciban cualquier tipo de comisión por el asesoramiento a minoristas y pedimos su total prohibición. Así lo plasmamos en un documento remitido a la ESMA (Autoridad Europea de Valores y Mercados, supervisora del sistema financiero de la Unión Europea) en respuesta a la consulta pública para elaborar un borrador de directrices sobre los requisitos de remuneración, en el marco de MiFID II.
En la asociación, alineados con las organizaciones europeas BEUC y Finance Watch, defendemos que “la prohibición de los incentivos fomentaría la distribución de productos de inversión más sencillos y rentables para los consumidores”. Nos basamos en que “los datos demuestran que la prohibición de las comisiones reduciría los conflictos de intereses de los asesores, fomentaría la distribución de productos de inversión más rentables para los consumidores y aumentaría la competencia entre los fabricantes de productos en beneficio de los consumidores”.
El actual modelo basado en las comisiones orienta el asesoramiento y la distribución a favor de los productos de inversión más caros. Sin embargo, en un mercado de asesoramiento ideal, no mediatizado por las comisiones, la competencia crearía una presión a la baja sobre los costes para los consumidores finales.
En el esquema vigente, los ingresos de un asesor financiero dependen de recomendar los productos más caros o de los que reciben comisiones más altas. Al contrario que en un mercado competitivo, los productos caros y de bajo rendimiento no se eliminan, sino que se siguen vendiendo con un amplio margen.
En consecuencia, el asesoramiento financiero se ve influenciado con demasiada frecuencia por la cuantía de las comisiones pagadas por los fabricantes de productos, y no por las necesidades del consumidor, razonamos en nuestro escrito remitido al regulador europeo.