La oferta comercial de la banca española vincula demasiado a los clientes y limita su posibilidad de explorar mejores opciones
Ya tenemos diagnóstico de la CNMC sobre porqué los bancos no remuneraron los depósitos de los clientes en la fase alcista de los tipos, al tiempo que la financiación, especialmente de las hipotecas, sí sufrió el lógico encarecimiento. Y entre las causas apunta a la agresiva política comercial de vinculación de productos que, según el regulador, genera situaciones de “lock in”, es decir, cuando un cliente está tan vinculado que le resulta prácticamente imposible cambiar. También alude a la falta de educación financiera, un punto que consideramos habría que matizar.
Desde ASUFIN pensamos que la aversión de los clientes a invertir en productos complejos, alternativos a la seguridad que da el depósito a tipo fijo, no puede ser achacable a la falta de educación financiera, sino a una desconfianza generalizada, fruto de los desmanes y engaños acaecidos en la crisis financiera de la primera década de siglo, que ejemplificaron las preferentes. De hecho, muchos de los suscriptores de aquellos productos fueron personas mayores que son precisamente las que buscan hacia el final de su vida profesional productos en los que invertir para asegurar complementos de renta en su vejez.
Con relación al tema de las vinculaciones, la CNMC argumenta que “aunque formalmente no existen restricciones para que los clientes repartan sus activos entre varias entidades”, en la práctica, “los depósitos pueden estar vinculados a otros productos financieros, y suele ser frecuente la existencia de bonificaciones de tipo de interés de hipotecas asociados al mantenimiento de un concreto nivel de saldo medio de depósitos, la domiciliación de la nómina y recibos, la contratación de tarjetas o de otros productos financieros como fondos de pensiones, fondos de inversión o seguros”.
Que la CNMC haya puesto el foco nos devuelve a la actualidad el problema que supone esta política comercial cuando es generalizada y agresiva, ya que limita claramente las posibilidades del cliente para obtener los mejores precios en su cesta de productos financieros. A menudo, una hipoteca sólo se ofrece a un tipo de interés adecuado si se contrata el seguro que ofrece el banco. En la mayoría de los casos, que exista una prohibición expresa desde 2019 a la venta de productos financieros vinculados a un préstamo carece de sentido práctico.
Como explica Patricia Suárez, presidenta de ASUFIN: “Nos encontramos una oferta comercial que vincula demasiado, ata demasiado a los clientes y limita la capacidad de los clientes de buscar opciones mejores. No es que no tengan capacidad de irse, es que directamente están tan atados que piensan que para qué cambiar de esclavista”.
Un análisis de mercado realizado por ASUFIN reveló en la bonificación de las hipotecas supone una media de sobrecoste de 600 euros por la TAE adicional que suman la contratación de productos adicionales como los seguros, la alarma del hogar o vehículos de inversión.
