Hoy entra en vigor el Reglamento de la UE que obliga a igualar el precio de todas las transferencias bancarias, las inmediatas y ordinarias, y el precio medio oficial al que lo hace la banca es de 2,95 euros, lo que supone haber encarecido hasta en un 134% el precio de las transferencias ordinarias en los últimos dos años. En el lado contrario, las transferencias inmediatas que ha venido ofreciendo la banca en este mismo periodo ascendían hasta los 3,65€ en 2023, y a 3,69€ en 2024.
La mayoría de los clientes seguirán sin pagar estas comisiones por los acuerdos de vinculación que favorecen las entidades (por domiciliación de nóminas, recibos, contratación de productos, etc) y por un contexto claramente marcado por la política de gratuidad del proveedor de servicios bancarios Bizum.
El peligro de los ‘bizums’
Desde ASUFIN seguimos advirtiendo que esta tipología de transferencias, a diferencia de la estándar, es irreversible en el momento en que se emite, por lo que no recomendamos usar esta opción si no se conoce al destinatario. Las transferencias ordinarias pueden ser anuladas, siempre y cuando no se hayan ejecutado y el dinero siga en la cuenta del cliente, tanto si se trata de transferencias SEPA como internacionales. Cada banco tiene su hora de corte para el envío del dinero, que oscila entre las 11:00 y las 14:00h, de lunes a viernes. Y si la transferencia se ha realizado fuera de esa horquilla, el cliente dispone de varias horas para anularla, hasta el día siguiente.
No ocurre lo mismo con las transferencias inmediatas, que tardan en hacerse efectivas 10 segundos, o cuando el dinero ha salido ya de la cuenta del cliente.
Desde la Comisión Europea se trabaja para implementar mejoras técnicas que dificulten un uso indebido, como mostrar las iniciales del nombre del destinatario, o la comprobación previa del IBAN.