ASUFIN y WWF nos hemos aliado para prepararnos ante el desafío normativo que obliga a las entidades a mejorar la información que nos dan sobre inversión ‘verde’ y que permitirá combatir el peligroso ‘greenwashing’
Desde el pasado 2 de agosto, el pequeño inversor tiene en su mano más facilidad para invertir en productos ‘verdes’. La reforma de la MiFID II (Directiva sobre Mercados de Instrumentos Financieros) obliga a las entidades a interesarse y preguntar expresamente por las preferencias de sostenibilidad, a la hora de determinar qué perfil inversor tenemos. ¿Estamos preparados para ello, somos conscientes de que podemos dar un paso más y forzar al mercado para que ofrezca mejores y más rentables productos sostenibles?
Creemos firmemente en que las finanzas tienen un poder decisivo en la lucha contra el cambio climático y la conservación de la naturaleza. Y que nosotros, como ciudadanos, consumidores y pequeños inversores, tenemos una gran capacidad de transformación. De este convencimiento, nace esta alianza, con la que ponemos en marcha una campaña para concienciar al pequeño inversor sobre esta nueva realidad.
Porque creer en ‘verde’, en que nuestras decisiones económicas pueden ser sostenibles, no está reñido con las tres cuestiones clave de la inversión inteligente, el llamado triángulo mágico de la inversión. A rentabilidad, seguridad y disponibilidad, cada vez más expertos señalan que hay que añadir sosteniblidad. El triángulo se convierte en cuadrado.
Un reciente estudio de Finance Watch ponía de manifiesto el altísimo riesgo que asumen las entidades de todo el planeta manteniendo en sus carteras activos relacionados con los combustibles fósiles. La exposición global, que la organización estima en 30.200 millones, otorga un riesgo similar al que tenían por mantener préstamos subprime y que condujo a la gran crisis de principios de siglo.
Y es que, sin saberlo, nuestros ahorros pueden estar apoyando actividades no sostenibles, como la extracción y producción de combustibles fósiles, como petróleo, carbón y gas natural, o financiando la fabricación de coches de combustión interna.
La nueva regulación nos permite indagar en estas cuestiones y que nuestro asesor responda a nuestras preguntas de forma clara y comprensible, con el fin de modelar nuestras preferencias de inversión y hacerlas sostenibles.
Muy pronto te informaremos, de la mano de WWF y con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, sobre qué puede ser considerado sostenible y cómo distinguirlo del greenwashing, cómo puedes pedir a tu asesor que te ayude en el proceso y qué hay que exigir a la industria para que se alinee.